"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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25-09-2024 |
Marcelo Marchese
Afortunadamente, una idea que hace un tiempo lanzamos con Hoenir según la cuál la República debe impedir toda censura en redes sociales, tiene otra oportunidad de ser conocida ya que Aldo la acaba de enfrentar.
Hace rato descubrí que tras el rechazo al Estado por parte de algunos amigos, se esconde algo irracional (los ejemplos son variados e incontrastables) y además descubrí que casi siempre, estos amigos trabajan en el Estado y cobran un sueldo del Estado. En rigor, detrás de nuestras decisiones se encuentran siempre cosas irracionales, como si la consciencia fuera apenas la punta de un iceberg.
Esa fuerza poderosa le impide a Aldo comprender que la República, al legislar, no censura, sino libera. Si el Estado no actúa, al menos en este estadio cultural de la humanidad, no hay libertad. Si la República manda en cana al que roba o asesina, lo hace en defensa de la vida, y si controla lo que tiene una vacuna, defiende nuestra libertad. Si los cretinos que dominan facebook, instagram, youtube, google y todo lo demás, pretenden establecer qué se puede pensar y qué no se puede pensar, la República los ubicará en su lugar y les avisará que si pretenden atacar la libertad, irán tras las rejas a reconsiderarlo.
Estos cretinos, he aquí otro error de Aldo, no están bajo las órdenes del estado profundo norteamericano: el estado profundo es global, y la pandemia lo mostró de manera eficiente. El estado profundo lo componen determinados entes en cualquier País bajo las órdenes del capital financiero, el mayor imperio de la Historia.
Toda obra individual es al mismo tiempo obra social. Ahí tenemos La divina Comedia , que es patrimonio de todos. Uno puede ser propietario de un restaurante, un campo o una red social, pero así como hay cosas que no se pueden hacer en un campo o un restaurante, ya que la República legisla en todo lo común, hay cosas que no se pueden hacer en una red social, y una de esas cosas es menoscabar la libertad.
En este mundo nada obedece a una sóla causa sino a infinitas causas de diversa intensidad. Aunque la internet haya sido creada con el deseo de controlar o se haya convertido en un instrumento de control, al mismo tiempo responde a una necesidad de conectar a toda la humanidad. Es como si alguien, por el deseo de ganar fortunas, produjera toneladas de alimentos. Ganará fortunas siguiendo un beneficio individual, pero brindará un servicio social, por lo que, las fuerzas que lo impulsan, son infinitas, sea consciente de ellas o no.
Si queremos que la internet se convierta en la gran ágora global, el principio que debe regirla es la libertad y no las necesidades y la moral espuria de los fondos de inversión, que tras apoderarse de las trasnacionales, vienen por nuestra tierra, nuestra agua y nuestra mente.
Resulta que el problema no es sólo la censura y el shadow banning, una forma de censura muy eficiente por la cuál lo que un hereje escribe, sólo lo ve un reducido número de personas y además, se impide toda viralización de sus ideas. Es la forma más cobarde de censura, pues el censor esconde la censura y la mano que censura.
El principal problema es que así como está programada, la internet formatea las mentes, y como se formatean las mentes y se formatea aquello que maneja las mentes, la sensibilidad, la censura pasa a ser cosa secundaria.
Cuando uno se dedica a una profesión, supongamos, la carpintería, el propio trabajo va modelando la mente según los principios de la carpintería. Por eso los humanistas del Renacimiento se dedicaban al mayor número de cosas posibles, ya que exuberancia es belleza y existen infinitos caminos hacia la verdad.
Hay cosas que necesitan ser vividas para ser entendidas, y aunque todos vivamos la internet, no todos vivimos la internet. Pondré cinco ejemplos de cómo la internet formatea la sensibilidad.
Hubo un señor llamado Aristóteles, que estaba fascinado con clasificar, con atomizar el pensamiento, una de las maneras de dejar al hombre desnudo, sin atributos, ya que la sabiduría es una. Acá tenemos la computadora o el celular llenos de carpetas y archivos. Esto va para aquí y esto va para allá: "un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar" . Lo que se convierte en costumbre luego se convierte en ley, y esta pulsión por clasificar las cosas y las ideas, lleva a razonar las cosas desde afuera hacia adentro, cuando se conoce por intuición, desde el centro mismo de las cosas.
Otro sistema eficaz y perverso son los videojuegos, cuya industria supera las de la música y el cine reunidas. Todo lo que hace el adolescente en esos videojuegos diseñados vaya a saber uno por qué mente jodida, será luego parte de lo posible, ya que lo que se hace en el video juego moldea su sensibilidad y así, el playstation ha transformado más al fútbol que lo que pueda cambiarlo el mejor entrenador del mundo.
Luego vienen los chats de whatsapp y las discusiones en el resto de las redes. Todos podemos apreciar que hay algo diabólico allí, pues se tiende al extremo, a la pelea, cuando, si la discusión fuera cara a cara, sería más humana.
Consideremos la brutal diferencia entre lo aprendido y lo vivido en un texto que leemos en la red o que leemos en un libro. Lo que se lee en la red es menos rico, no ocupa un lugar en nuestra intimidad. Lo leído en un libro, ese objeto que adoramos, tendrá una mayor influencia en nuestra mente. El vehículo de esa influencia será la sensualidad.
El quinto ejemplo refiere al verdadero objetivo de las plataformas de venta virtual, que nada tiene que ver con el dinero, desde que son bancos, y los bancos ya no operan por dinero, sino por poder. Es la nueva fase del capitalismo: el "capitalismo político" , donde los bancos y las trasnacionales, usan de la búsqueda de dinero como sistema de disciplinamiento: lo que quieren esas plataformas, es que vivas para ellas y dentro de ellas. El capitalismo político significa que quien se encuentra a la cabeza de los fondos de inversión, usa el afán de lucro de los bancos y las trasnacionales como instrumento de la nueva sensibilidad ha crear.
Si la democracia apuesta sólo a la discusión por redes, se suicida, y sin embargo, debemos buscar una manera de complementar el plano de la realidad con el plano de la virtualidad, pues la virtualidad es creación de la realidad y la integra.
He constatado un problema desde el primer día en las redes: lo que se hará allí, según se anuncia, luego tiende a no hacerse allá, en la realidad. Es como si se hubiera gastado una energía, como cuando dos hombres disputan y se dicen "te voy a matar", y luego no lo hacen, ya que perro que ladra no muerde, y lo dicho, por ser dicho, se ha manifestado.
Invito a todos a participar de este debate que inició Aldo y que deviene de un texto de Hoenir, un texto que deviene del hartazgo que produce la censura. Hemos creado con la internet algo poderoso. Sus perspectivas son desconocidas. Cuanto más tiempo nos lleve apoderarnos de lo que es nuestro, mayores serán los sufrimientos de la humanidad, y sin embargo, hago fe en esta consigna: "Cuando una idea necesaria viene al mundo, primero, es silenciada, luego, combatida, mas tarde o temprano, se labra un camino entre los hombres"
https://semanariovoces.com/censura-y-regulacion-en-redes-sociales-por-hoenir-sarthou/
Marcelo Marchese
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